COMENTARIO TEATRAL

El Evangelio Según San Jaime Dirigido Por Mauricio Bustos
*Maximiliano Salinas C. ,  15 Diciembre 2012. -


Al final, o al principio, Jesús, a medio morir saltando, clama, proclama: Voy y vuelvo! Más allá del poder de Dios y del Diablo y de la Muerte, hay en la obra una experiencia que resalta en el fondo y en la forma: la posibilidad de decirle que no a la violencia, al atropello, a la dominación, a los deseos descontrolados, sea la vanidad o la lujuria.

La figura más apropiada para decir todo esto es por cierto Jesús, un roto o campesino sencillo, “sacador de ciegos a mear”, que en un punto decisivo muestra su decisión, más allá del poder de Dios y del Diablo y de la Muerte, por la vida, por la amistad, por la ternura, gratuitas: infinitas. Con la permanente sonrisa en los labios, le pone límites a la prepotencia venga del cielo (Dios padre), de la tierra (la Muerte que se hace la viva, o la vivaracha), o del infierno (el Diablo, disfrazado a veces de presidente de Chile). No hay necesidad de resucitar para decirlo. Basta con decidir, y hablar. Decidirse a hablar.

“Mi sangre llega a bailar de caliente que la tengo. / ¿pero por qué será que detengo mis deseos de pecar?” Ese es el punto clave de un Jesús, o de un Jesúh, que sabe que el chancho está mal pelao, que la cosa no va por ahí, que algo falla. Ahí está el valor de un Jesúh que le puede seguir la corriente al Malo, pero que hasta por ahí no más. Justamente, en los meros recintos de Luzbel, en el pecadero de ‘Lucifer Luciferoz’, Jesús le disputa a la víctima más desgraciada, la bellísima María Magdalena. Y la hace su discípula, su amiga, tras un baile ingenuo y coqueto, sencillo y salvador, humano y divino. “Ya no serás pecadora / Y esta será tu suerte / Aprenderás a luchar / Contra el angurriento afán / Del demonio y la muerte”. Esta conversión, conversación desencadenará la furia del Diablo, que se pondrá cachudo, cornudo!

Ni Dios se salva de la crítica certera de Jesús. Le dice a su padre celestial: “Los hombres necesitan una mano que los ayude a trabajar / Y no a un gobernante que mande desde su sitial.” “Entre usted, el diablo y la muerte / casi me atrevo a pensar / que hay un pacto secreto / para poder gobernar.” El Dios padre, que no tiene nada de compadre, dejará al fin a su hijo hablando solo. Es mejor que Jesús, roto chileno, hable con buenas y medidas palabras a sus pares, sus hermanos, sus compañeros, en un “lindo causeo”: “Mi rebaño de rebeldes / mis coltros que tanto quiero / échenle vino a los vasos / digamos salú y tomemos / esta es la última vez que / delante de un causeo / estamos reunidos amigos / y créanme que lo siento. / La tierra es toda de ustedes / defiéndanla con denuedo.”

Bellísima obra! Llena de una fina sensualidad, lo sagrado no se aparta nunca de la tierra. Como el gallo chileno enamorando a la Virgen María, anunciándole lleno de picardía la venida del Mesías. La humanidad más constante de la obra –como un contrapunto impecable al Diablo, a la Muerte, al Dios impasible, y a su Ángel potijunto - está representada en el personaje femenino que sucesivamente es Eva, Virgen María, y María Magdalena. Ella, al fin de cuentas, es el arquetipo de lo viviente: la humanidad destinada de punta a rabo a la salvación.

Felicitaciones y agradecimientos a Mauricio Bustos y al Observatorio Popular por este regocijo teatral, por conectarnos con las raíces dionisíacas del teatro, y con la historia chilenísima del teatro cómico popular!!

 *Maximiliano Salinas Campos.
Escritor, Académico de la Universidad de Santiago de Chile.
Autor de La Risa de Gabriela Mistral. Una historia cultural del humor en Chile e Iberoamérica. Santiago: Lom Ediciones, 2010; El Chile de Juan Verdejo. El humor político de Topaze 1931-1970. Con Jorge Rueda, Tomás Cornejo y Judith Silva. Santiago: Editorial de la Universidad de Santiago de Chile, Colección Ciencias Sociales, 2011; Clotario Blest. La causa de un Chile popular. Santiago: Editorial Universidad de Santiago de Chile, Colección Grandes de Chile, Santiago 2011.

CRITICA TEATRAL, Fabián Escalona, www.sangria.cl, 11 Diciembre 2012


CRÍTICA. El evangelio según San Jaime
“La única vez que tu padre me llevó al teatro fue a ver el Evangelio según San Jaime” me dijo mi madre, y de esa forma me enteraba cuando niño de la existencia de esta peculiar actividad: el teatro. Años más tarde me enteraría que esa histórica temporada fue hace más de 40 años, en 1969 en el Teatro Antonio Varas (mal por mi viejo). Desde niño, y hasta hoy, cada vez que ella o él recuerdan esa salida al teatro hay un punto en la historia que me divierte y me encanta: afuera del teatro había un montón de viejas pechoñas protestando por la herejía que se estaba produciendo. Y cómo no, si según mis viejos, en la versión de Jaime Silva (el autor de la obra), entre otras “libertades”, María concebía a Jesús después que el Arcángel Gabriel en forma de gallo montaba a la virgen en medio de un pie de cueca.
La reacción a este particular evangelio no fue sólo de un montón de católicas añosas: lógicamente El Mercurio y otros diarios de la época no dudaron en criticar esta inmoralidad y hasta Raúl Silva Henríquez publicó una dura columna en un periódico, para condenar el que un grupo de teatro universitario (entre los que estaban  Sergio Aguirre, María Cánepa, Alejandro Sieveking, Mario Lorca, José Pineda y Bélgica Castro), deformaron las escrituras de manera tan mal intencionada.
Por eso y varias cosas más, una nueva temporada del reestreno de El Evangelio según San Jaime, 43 años después de esa primera versión, me interesó desde el comienzo, aunque debo reconocer que me asustó un poco la posibilidad de que la obra no soportara bien el paso de los años: son tantas las cosas que cambiaron en nuestro país que posiblemente remontar este clásico no fuese más que un ejercicio de estilo.
Con todo eso en mente y más llegamos a la sala mi madre y yo (+1 le cedió su lugar gustosa en esta especial ocasión), y lo que vimos fue simplemente bello. En un estilo mucho más cercano al clown y algo expresionista, más emparentado a la tradición de Andrés Pérez y el Gran Circo Teatro que con el costumbrismo de aquella primera versión, este nuevo evangelio montado por la Compañía Observatorio Popular con la dirección y adaptación de Mauricio Bustos, resalta la picardía y rescata lo transgresor la pieza dirigida originalmente por Pedro Orthous.
La historia retoma la lectura libre de las sagradas escrituras realizada por Jaime Silva, quién enfatiza del paso de Jesús por la tierra su relación con los más humildes y desposeídos, así como su constante búsqueda de justicia y lucha contra el poder establecido. Así, Lucifer y doña Muerte se enfrentan no a Dios Padre, sino al hombre, a quien logran apartar del paraíso primero y luego intentan perder definitivamente, eliminando a un tal Jesús, nacido en Nazareth, y que se presenta como un hombre redentor de la humanidad, y por tanto opuesto a sus maliciosos planes.
Llena de humor, en verso y con música anclada en la tradición popular, los siete actores en escena despliegan gracia y una energía desbordante para mostrarnos otra cara de la historia bíblica, desde Adán y Eva hasta la muerte de Cristo.
Esta nueva versión hace una relectura del mundo popular y gracias a eso se presenta tremendamente contemporánea, con una sociedad revuelta y que hoy, tal como hace tiempo, reclama justicia. Efectivamente “La Pasión según San Jaime” me hizo evidente que a lo largo de cuatro décadas, como una especie de corriente subterránea,  los sectores más apaleados por nuestro modelo, no han olvidado la lucha, no se conforman con mirar el banquete desde afuera. La batalla es la misma y el antagonista es igual que hace cuarenta años, un defensor del status quo: un Dios todopoderoso y omnipresente, que no quiere perder ni una gota de su control sobre estas indefensas criaturas.
Mi madre y yo reímos y disfrutamos de principio a fin con este Evangelio, y luego de la función la señora Gloria tenía la envidiable posibilidad de comparar las dos puestas. ¿Su opinión? Esta versión es menos costumbrista y tiene un humor bastante más grueso, pero sin lugar a dudas comparte con aquella obra una fuerte y sustentada visión crítica de la sociedad. Esta vez no había señoras gritando violentamente afuera de la sala del Sidarte, ni nadie ha escrito en los diarios para reclamar herejía, es señal de que algo hemos madurado como sociedad. Sin embargo, la innegable actualidad que tiene El Evangelio Según San Jaime, contrasta considerablemente con el triunfalismo de las grandes cifras macroeconómicas de nuestro país, algo que ha sabido ser muy bien leído por la Compañía Observatorio Popular en esta nueva mirada sobre el clásico del teatro universitario.
Datos
Compañía: Observatorio Popular
Título   : “El Evangelio según San Jaime”
Autor   : Jaime Silva
Director: Mauricio Bustos
Escenografía : Emerson Velásquez y Observatorio Popular
Elenco: Denisse Jorquera, Natalie Ampuero, Natalie Troncoso, Emerson Velásquez,  Felipe Lagos, Gonzalo Urbina, Manuel Letelier.
Composición musical: Nelson Vergara
Producción: Leonel Cornejo
Cuándo: VIERNES 14, SÁBADO 15, VIERNES 21 y SÁBADO 22
Horario: 22:30 HRS.
Sala 1 Teatro Sidarte, Ernesto Pinto Lagarrigue 131, Barrio Bellavista,
Reservas T.27771966
Entradas:Todas  2×1 ($5.000)